nadando sobre mí

verte sentir

sentirte llorar sobre mi cuerpo
tu pelo revuelto entre tus lágrimas
mojando mi estómago
secándose en mi piel
buscando las palabras
que no podés callar
que no alcanzan, que no explican
pero no podés callar
tu cara
tu cara y tus ojos
envueltos
devueltos
a lo más primitivo
sin protección te abrazás
a mi cuerpo
refugio, balsa que se mece
tus brazos brotando
por todos mis costados
tanteando las aguas a tu alrededor
preguntando profundidades
sintiendo que no importa
que nada es demasiado profundo
cuando nadás en mi cuerpo
despidiendo cada lágrima
definitivamente
en esta nueva tierra
misteriosa que recibe
cada una de ellas con avidez
como si fuera suya
verte respirar
los dientes confusos
las manos tiernas, desesperadas
tu espíritu que te atraviesa
y vos que te vas…
con él
conmigo

hundiéndonos bajo la inmensa ola


Comentarios

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

El niño y el silencio

Carozo de plantas futuras

sin revisión